Quiere el año nuevo ser heraldo de lo que se avecina, heraldo negro, y redobla su acoso como mero preámbulo de lo venidero, para hacer gala, de nuevo y una vez más, de que dichoso es el mal que viene solo.
No hay comida gratis, no hay nada fácil, y ahora todo se avalancha para que hacia final de mes el colofón lo marque una nueva prueba de habilitación que marcará mi futuro.
Así estamos, aguantando el tirón como siempre, como nunca. Pese a quien pese, seguimos vivos y coleando.
Traicionando a quien más se lo merece
miércoles, 9 de enero de 2008
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