Acaba de salir a las calles un nuevo periódico: Público. Pese a los rumores que garantizaban su parcialidad (es un periódico a la izquierda de El País, propiedad de La Sexta, auspiciado por la actual Moncloa como castigo a la centralidad de El País, en guerra con el gobierno por no sé qué putadas que se van gastando mutuamente), decidí comprarlo. Lo he hecho dos días, y no lo voy a hacer mucho más. Es un periódico con formato entre los periódicos tradicionales y los gratuitos, muy orientado al público joven, pero poco serio, sin profundizar en los temas, evidentemente sesgados y parciales, un poco "prensa amarilla" en el sentido que cumplen todos los cánones estéticos y formales que según los políticamente correctos debe cumplir un periódico para la gente joven y progresista políticamente correcta. Todo muy de manual, todo muy predecible, estudiado y calculado. Se les ve el plumero.
Me revienta que se le vea demasiado el plumero a gente que se las da de imparcial, objetivo y serio, y luego recurra a la ingeniería psicológica y a devolver favores y rendir pleitesía a sus amos y señores (bueno, es lo que tiene servir a un señor).
Llevo muchos años esperando un periódico o publicación realmente imparcial, que refleje la realidad y acoja opiniones o visiones de varios sitios, un periódico que diga que los políticos del gobierno son subnormales profundos cuyo único objetivo es chupar de la teta de la vaca y a los que les importa una puta mierda la gente y el país, los políticos de la oposición son otros subnormales profundos que quieren agarrarse a la teta y que les importa una mierda la gente y el país y los políticos nacionalistas son otros subnormales profundos que sólo les importa trincar y les importa un pito la gente y su país. Todos ellos expertos en crear problemas para justificarse y seguir trincando, y no acaban con nosotros porque necesitan que les votemos cada cuatro años, que si no íbamos listos con estos sinvergüenzas de todo pelaje, condición y orientación. El milagro es que esto aún funcione.
Tan sólo hay una publicación que dice las cosas como son: El Jueves. Y en España se considera como una revista de humor. Si nos reímos de esto, tenemos el puto país que nos merecemos. Aunque el mundo está igual: En Birmania/Myanmar el ejército reprimiendo al pueblo, excesivamente empobrecido y sin nada que perder; China, controlando el gobierno birmano, que no quiere sangre en sus manos virtuales con las olimpiadas tan cerca (queda mal en las fotos), Rusia tocándoles las pelotas a USA por definición y la ONU limpiándose la corrida de la cara y sin condenar nada. La misma ONU que aprueba la invasión de Irák, de Afganistán, que no condena a Israel...
Si todo esto es más fácil de lo que parece. O los dejamos que hagan lo que quieran o los mandamos a todos a la mierda. Como dice Labordeta, a ver si el cierzo se los lleva a todos de una vez, aunque están tan agarrados a la teta de la vaca que el cierzo sólo se lleva a los pobres. Como siempre.
Traicionando a quien más se lo merece
jueves, 27 de septiembre de 2007
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