Lo peor es que en realidad nunca la habido. Si nos olvidamos del bastardo "alto el fuego", otra mala traducción del inglés que nos inunda y que los periodistas incultos que tenemos son incapaces de contener, en esta vida nunca hay descanso para nadie.
O puede ser que esté equivocado; que sí haya descanso, y lo mío sea un error sistemático y persistente en ir más allá, en controlarlo todo, en imponer mi criterio a todo lo que el hábito lame hasta hacerlo satisfactorio. Pero mi disco duro muerto, mis clases de una nueva asignatura nueva y la avalancha con la que la vida llama todos los días a tu puerta por las mañanas hacen que todo sea un poco más difícil.
Sin tiempo para mí, y soñando con tetas... Algo no marcha adecuadamente.
Traicionando a quien más se lo merece
viernes, 19 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario