Llevo una semana con todos mis procesadores (bajo la amable suposición de que tengo más de uno, o incluso uno) totalemente saturados. Mi procesador UV, mi procesador empresa, mi procesador familiar y mi procesador interno están al 100% de carga, sin nada de memoria libre que llevarme a la boca. Mi examen por corregir, metido en 3 ó 4 proyectos, preparando la habilitación, con la empresa a toda máquina hacia la catástrofe, mi vida personal nula e hipotecada, la economía en números rojo sangre y sin tiempo para mí mismo.
Preparando la habilitación, revisando todo mi currículum, me estoy dando cuenta de cuánto me han ayudado ciertas personas, casi siempre las mismas, durante toda mi carrera en la universidad. Tanto, que no sería nada sin ellos. Este post va por esa pequeña ayuda de todos mis amigos. Les debo una comida (nutricionalmente hablando)
Traicionando a quien más se lo merece
viernes, 13 de junio de 2008
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