No puedo evitar de vez en cuando mirar los muros de la patria mía (la patria chica, me refiero ahora), y ver cómo casas, espacios y propiedades que en un tiempo fueron orgullo y envidia de sus poseedores, ahora han acabado en manos municipales o autonómicas. Últimamente, en mi pueblo, el ayuntamiento o la generalidad se han dedicado, por unos u otros métodos y siempre amparados en el bien común, en apoderarse para sí casas, terrenos o propiedades inicialmente particulares y ahora, conculcando los derechos de la minoría con la promesa de justicia para la mayoría, han pasado a manos públicas.
Permítanme dudar de la buena intención, ya que conozco a los políticos españoles desde hace siglos. Pero también permítanme dolerme de cómo es esfuerzo, a veces propio y a veces tirano o mercenario, de antepasados nuestros ahora acaba en manos de cuatreros modernos; la titularidad pública de una propiedad garantiza que nadie público la va a disfrutar, que pasa al coto de caza privado de políticos y estirachaquetas para sus fiestas, actos y saraos, para su particular disfrute. Mientras, los titulares legales y morales, el público en general, tiene vedado su disfrute y su uso.
Cada vez que un palacio pasa a manos públicas, o un parque natural o unos terrenos, nos están engañando: dejan de ser menos nuestros para ser más de ellos, menos públicos y más corruptos. Esta tiranía de las mayorías sobre las minorías son engañosas porque, cuando lo necesitan, saben definir la minoría y la mayoría que les conviene para cada caso.
Ya lo decía Pessoa: “El tajo es más bello que el río que corre por mi aldea / pero el Tajo no es más bello que el río que corre por mi aldea / porque el Tajo no es el río que corre por mi aldea / El Tajo tiene grandes navíos / viene de España y entra en la mar en Portugal / todo el mundo sabe eso/ mas pocos saben algo del río de mi aldea / de donde viene y adónde va / por eso, porque es más grande y libre el río de mi aldea / Por el Tajo se va al mundo / nadie nunca pensó a qué se va por el río de mi aldea / el río de mi aldea no hace pensar en nada / quien está a sus piés solo está a sus piés”.
Traicionando a quien más se lo merece
domingo, 11 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario