Vaya semanita

...y lo que se avecina. Tendré que sentarme y poner al día el blog, mi ordenador, mi trabajo, mi casa, mi empresa, mi vida...

Cómo se nota que no pagan ellos.

Los muy hijos de puta de los politicos. Sabíamos con quién nos jugamos los cuartos, o más bien quiénes nos los roban, pero toda la historia del debate entre Zapatero y Rajoy tiene tintes de esperpento, que ni el mismo Valleinclán hubiese podido concebir.

Que si el sitio, las formas, los tiempos, la temperatura...es que son gilipollas, cómo se notan que no los pagan ellos, si tuvieran que hacerlo no se andarían con tantas soplapolleces. Pero como paga el pueblo, que como las almorranas las sufre en silencio...

Se juegan mucho, argumentaría alguno de ellos. Perdone: nos lo jugamos nosotros, no ellos. En principio ellos están para servirnos y llevar bien el país, y debían estar con ese pensamiento en mente. No con el de ganar para detentar el poder y vivir del cuento y chupar de la teta de la vaca, y a los demás que nos den por el culo.

Si yo fuera presidente...

Yo contra el mundo

En los últimos habréis asistidos más o menos impertérritos a mi enconada lucha con el resto del mundo. A este paso me voy a aislar de todo el mundo porque simplemente no quiero saber nada de nadie. La serie "Everybody sucks" está en este estado:

• SGAE. Siguen igual. Apestan y no dejarán de hacerlo nunca. Son unos ladrones impresentables que espero que acaben frente al paredón. (ver barrapunto)
• Audi y Bronchal Import. Sigo sin mp3. Son lo peor. Dentro de poco escribiré a l servicio de atención al cliente poniéndolos finos. A ambos.
• Yoigo. Impresentables 1000x1000. Siguen siendo, a mi juicio, los más baratos, pero han demostrado ser una de las compañías que menos respeta y peor trata al cliente. Me iré en cuanto lo considere económicamente aceptable.
• Telefónica. Oh, cielos, lamento decir que no tengo queja de ellos. Ya no apesta tanto.
• Timberland. Sucks hasta el infinito y más allá. Eso no cambia. Además en la red he econtrado gente con problemas similares. Ya no son una marca para profesionales, sino víctimas de la moda.
• Brother. Aunque mi empresa ya no vende sus productos, hay que reconocer que han solucionado los problemas que han surgido con mis clientes.
  
• Abansys. No mejoran. Ya nos estamos mudando a Amén. Dentro de poco les chaparemos su servidor. Todavía no ha contestado el comercial. Como somos un cliente pequeño. Abansys sucks, pero le van a dar. Por cierto, en Internet se corrobora que son unos de los peores proveedores. No os acerquéis.
• Bancaja. Apesta. Es más: hiede. Toda la vida lo ha hecho, aunque ahora llevaba tiempo sin quejas porque he reducido mi relación a lo mínimo. Y aún así, lo poco que hacen la cagan hasta el fondo. Ya os lo contaré, pero les voy a poner verdes. Por cierto, Bensto Segorbe es aún peor, y sigo con ellos.
• España. Sigue hundida en la mierda. Lo que pasa es que estamos dentro y nos hemos acostumbrado, pero hay que huir de este país.
• Windows Vista. Sólo lo bueno puede mejorar. Lo malo, nunca. Le meto 4GB de RAM a mi portátil, sólo reconoce 3GB y el índice windows de optimización del PC pasa de 3,4 a 3,5. Cojonudo.
• Everybody, obviously, sucks.

Fin de comunicado.

Novedades

Tengo ganas de ocuparme un poco de mí mismo, de lo que me gusta. Se avecinan cambios en este blog, cambios impresionantes. He alquilado dominios con mi nombre, planeo migrar todo esto a WordPress, retomar radioAmedida y soñar un poco, sólo un poco.

Que 20 años no es nada (aunque 40 ya empiezan a pesar)

Hoy, abrumado ante la perspectiva presentada por AJ, me he largado a casa a refugiarme un poco de lo que se avecinaba afuera. No estoy para falta de fe ni para pintar panoramas sombríos, ya me estoy cansando de que esto sea una eterna agonía que sólo es eso: eterna y agonía. Apacentarse de viento.

Así que, lluvia en soledad, me dirigía hacia casa, solo y sin mp3 (¡HIJOS DE PUTAAAA!), y me dio por pensar, por recordar, que casi tengo 40 años.

Estoy en el medio de todo, en el medio de nada. A mitad de mi vida laboral, a mitad de mi vida (con un poco de suerte o no, según se mire). Y no he hecho nada, no estoy ni siquiera en el mismo universo del lugar en donde desaba estar. Que por cierto no sé ni cuál es. En el peor de los casos podría hasta haberme pasado de frenada.

Me queda tiempo, pero ahora ya sólo la mitad. Que luego será la mitad de la mitad y luego la mitad de esto. Como Aquiles y la tortuga.

Lo único bueno que, por ahora, he hecho en esta vida es un sinvergüenza.(ver foto)

Reflexión

Últimamente esto se ha convertido en un rosario de quejas: yo contra el mundo. Está claro que el mundo no va bien, que está muy malito como decía Mafalda y que lo afeita un barbero borracho todas las mañanas. Pero estoy degenerando, estoy muy mal. Más de lo que os imagináis. Personal y profesionalmente.

Brochal Import sucks!

Sin noticias del mp3. Siguiendo los más altos estándares de calidad en satisfacción con el cliente. AudiClass, para los más selectos.

Hoy no

Hoy sí que no...

Bancaja sucks!

Si no es bueno para Bancaja, relaja el esfínter, chaval.

(reservado para contar lo que me pasa con Bancaja, que tiene delito los hombres)

Knoledge Discovery

A la vista de este análisis estadístico de datos, o es todo mentira o soy el outlier más lamentable jamás contado. Que no os engañen: no hay sexo después del matrimonio.

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Rafa Magdalena, mercenario a su servicio.
Tarifas y hoja de servicio disponibles.

Me encanta Windows Vista Astounding Edition

Johan Andsjö

Hola,

Johan Andsjö y todo el equipo de Yoigo:

He recibido una carta suya explicándome el cambio de tarifas y agradeciendo mi comprensión. Vaya por delante que no la tienen. Además, el hecho de recibir esta carta en mi casa me da derecho a la réplica, así que la voy a ejercer.

Me dice que cambian las tarifas porque con la oferta de llamadas a 0 cents/min. había unos desaprensivos que, haciendo legitimo uso de ella, les acarreaban muchas pérdidas y ahora donde dijeron digo dicen Diego, y aquí no pasa nada; agradecemos su comprensión.

Permítame que le diga que William Munny le diría que debía haberse armado cuando decidió decorar su salón con el cuerpo de mi amigo. Y yo le digo que si no previó eso es que tiene unos consejeros muy tontos e ingenuos, y que debe rodar cabezas en Yoigo. Y que de pequeño me enseñaron que uno es responsable de sus decisiones y debe arrostrarlas para lo bueno y para lo malo. Pero usted no ha hecho nada de eso, que por otro lado nos exigen a los pobres mortales. Así que todo esto, permítame que dude de la palabra de aquel que dijo verdad verdadera, todo esto apesta a campaña publicitaria para cazar adeptos, hacerles un contrato de permanencia y sujetarlos por los órganos genitales al uso. No me creo nada de lo que me cuenta.

No necesito llamadas ni cartas de explicaciones, porque lo suyo no tiene explicación. Me ha engañado y ha modificado unilateralmente un contrato, algo que los grandes al parecer tienen el privilegio de hacer, Usted y todo el equipo de Yoigo han perdido total e irremisiblemente mi confianza, y no me importa nada sus excusas: suenan a eso, a excusas de mal pagador.

Tengo su maravilloso contrato de permanencia gracias a su móvil, así que tendré que evaluar si me es más rentable quedarme en manos de gente que ya me ha defraudado y pagarles encima. Pero me queda el derecho a la réplica y a la pataleta, y el derecho a decirle que no tiene mi comprensión, que no lo creo y que me parece usted y todo su equipo una panda de apandadores con los mismos escrúpulos que el resto de compañías telefónicas.

Así que no me venga con cartas y comprensión. Parece que se le olvida que el cliente soy yo, y usted quien da los servicios, y estoy muy harto de que todos los beneficios siempre salgan de mis costillas, y sus errores, si es que alguna vez lo fueron, también salgan del mismo sitio.

No tiene mi comprensión, ni la tendrá. Y tiene mi contrato justo hasta el día siguiente que se acabe, momento en el que me cambiaré de compañía, posiblemente a aquella que me diga que me va a robar y me va a tratar como un tonto. Seguramente será la única que diga la verdad verdadera.

Rafa Magdalena

No puedorrr, no puedorrrr...

Tengo la mente y el alma muy cansadas. Necesito dos años en los que ocpuarme de mí exclusivamente.
Fin de la transmisión.

Aguantando el tirón (pero mal)

Son malos tiempos para la rebelión. Todo mi alrededor apesta, incluso yo mismo, que me veo desbordado por lo que se me viene encima: proyectos, habi-acreditación, empresa... No encuentro el norte, y agunto el tirón peor que mejor, siempre cansado de esperar el fin.


Y aún así nos quedan fuerzas para tener esperanza. Lo importante será llegar donde uno se propuso una vez en la vida. Y, aunque parezca mentira, lo estoy logrando. Poco a poco llego a donde me lo propongo.

Y Yoigo no contesta a todos mis "amables" mail. Menuda atención al cliente; sus prolegómenos fueron las subidas de tarifas y las mentiras.

¿Qué voy a hacer yo, qué puedo hacer yo?

Miércoles de ceniza y campanadas

Hoy es miércoles de ceniza, y si estoy disponible iré a tocar las campanas. Soy campanero desde 1997, aunque mi afición a tocarme el badajo viene desde la pubertad. Me hice campanero para intentar salvar mi cabeza y encontrar un norte, fue un refugio en una época personal dura e incierta. Y ahí estoy, dándole al bronce de vez en cuando. Podéis ver fotos y, dentro de poco, una web marca de la casa con vídeos y hasta un DVD "for free".

Pero mi pregunta es otra. Todos sabemos que los campanarios suelen dar las horas. Pero, ¿cuándo es la hora en punto? ¿cuando suena la primera campanada o la última, cuando suenan los cuartos? Analicémoslo un poco.
Supongamos un reloj ideal que percutiese la campana con un mazo para dar las horas a intervalos de un segundo. Reloj ideal sin rozamiento, sin que se vea afectado por la gravedad, en condiciones normales de presión y temperatura y además con simetría circular. Supongamos que son las 10 de la mañana. Por ahora no tengamos en cuenta los cuartos porque sólo añaden un término +4 a las ecuaciones. Supongamos que queremos sincronizar nuestro reloj
Si el reloj empezase a tocar en la hora exacta, sabríamos en ese momento que es una hora, pero tendríamos que esperar a saber qué hora es. 9 segundos después sabríamos que son las 10. Esto nos impediría sincronizar el reloj hasta la hora siguiente, en que sabríamos que son las 11. Nos llevaría como mínimo una hora la sincronización. Además, cuando es una hora en punto tú lo sabes pero no sabes cuál es. Tienes que esperar X-1 segundos para saber que ha sido la hora X. Pero no habría problemas para el relojero: cada hora exacta tiene que hacer sonar las campanas.
Si en cambio queremos ser amables con el usuario, podemos decidir que la hora en punto sea cuando termina de dar las campanadas. De esa forma cuando oyes la última campanada sabes la hora que es (con un segundo de error) y podrías sincronizar el reloj. Pero ¿qué pasa con el relojero? Ahora el intervalo al que tienen que empezar a tocar las campanas no es una hora exacta. Si el tiempo entre campanadas es un segundo y la hora en punto es al final, se tiene que tener en cuenta el tiempo que voy a tardar en tocar las campanas (que va entre 0 y 11 segundos) en la duración de cada hora.
Chispeante. Preguntadle a un campanero o relojero cuándo son exactamente los 10 de la mañana en un campanario.

Cansado

Muy cansado. Todo se ha venido encima: mi trabajo, mi empresa, yo mismo. Necesito descansar dos días, pero es imposible. Voy a arrancar.

Little Joseph

Hace poco tuve noticias del gran Little Joseph, que nos honró con sus comentarios desde las tierras italianas.

Hacía tiempo que no hablabamos, y como de costumbre dio en el clavo.
Este particular tío Matt el viajero, del cual me siento orgulloso de considerarlo un amigo, ha realizado todos los sueños que yo envidio, y cuando vuelva aquí lo hará por la puerta grande, llegará a a Ítaca tras recorrer un maravilloso camino.
Ya acabando, es uno de esos tipos que cuando la cosa se pone fea es de agradecer tener a tu lado, hombro con hombro. Lleva en la mirada paisajes de mil mundos. Por leído y por vivido.
Hoy va por ti, piccolo Giuseppe.